Un grupo criminal consiguió estafar 52 millones de euros en siete años convenciendo por teléfono a personas que no tenían conocimientos financieros para que hicieran inversiones con una alta rentabilidad y sin apenas riesgo. Las supuestas inversiones, a las que intentaban dar apariencia de legalidad, en realidad no existían, y al cabo de un tiempo comunicaban a las víctimas que habían perdido todo el dinero. La organización, asentada en Madrid, ha sido desarticulada en una operación conjunta de la Policía Nacional y Vigilancia Aduanera. Hasta la fecha han sido localizadas 29 víctimas que aseguran haber perdido más de dos millones de euros, según han informado ambos cuerpos este miércoles. A los 33 detenidos se les imputan los delitos de estafa, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.