En el verano de 2023, durante varios sábados consecutivos, un padre y una madre necesitaron por motivos laborales un canguro para sus hijas pequeñas, de dos y tres años y medio. Fueron el sábado 8, el 15 y el 22 de julio de aquel año. Lo encontraron a través de la aplicación Topnanny y, durante unas cuatro horas cada uno de esos sábados, ese hombre fue a hacerse cargo de ellas. El domingo 23 de julio, cuando la madre fue a acostar a la mayor para la siesta, la niña le dijo que “Tomasín era un cochino”. Al preguntarle por qué decía eso, “le refirió que le había tocado el culo y con la mano se señalaba la vagina; al preguntarle si había sido en el baño, la niña le dijo que no, que en el sofá; y al preguntarle si también se lo había hecho a la hermana, dijo con la lengua e hizo el gesto con la lengua y al preguntarle la madre dónde, señaló también la vagina”.
