La desregulación en todos los ámbitos, especialmente en el sector financiero, se ha convertido en una de las principales banderas de la administración Trump. Existe mucha controversia sobre los beneficios reales de la desregulación para la economía. De lo que no hay duda es que ciertas medidas desreguladoras suponen lisa y llanamente la eliminación de instituciones que protegen a los consumidores.
