El consumo privado y la inversión fueron los dos factores principales de crecimiento del PIB en la eurozona en el tercer trimestre de este año, que repuntó dos décimas hasta el 0,4% en un periodo en el que se vio lastrado por el saldo negativo entre exportaciones e importaciones, según los últimos datos de Eurostat. En concreto, el consumo de los hogares creció un 0,5% entre julio y septiembre, mientras que la formación bruta de capital fijo, que supone el principal componente de la inversión, lo hizo un 2%. Entre los dos explican los 0,8 puntos de la expansión económica en el tercer trimestre (0,4 puntos cada uno). A ellos se suman la variación de existencias (el segundo componente de la inversión) y el gasto público, que aportan 0,4 puntos y 0,1 puntos, respectivamente, al crecimiento de la actividad económica en el mismo periodo.