El Departamento del Tesoro ha anunciado que dejará de aplicar los requisitos de información sobre la propiedad efectiva (BOI) a las empresas estadounidenses. La decisión llegó el 3 de marzo tras meses de batallas legales y críticas por parte de grupos de pequeñas empresas y políticos. Esta medida elimina la presentación de informes para millones de pequeñas empresas y desplaza el foco de la normativa exclusivamente a las empresas extranjeras.
