La primera cuestión por resolver, a medida que avanza el juicio al cirujano Joël Le Scouarnec, acusado de violar a 299 menores durante 25 años, es el grado de conocimiento que tenía su entorno. Especialmente su esposa, Marie France, la mujer que vivía con él y que, según el hermano del cirujano, tenía que saberlo. “Y tendría que haber hecho que mi hermano se curase. Cosa que nunca se hizo”, ha señalado P. Le Scouarnec, el hermano del acusado en el tercer día del proceso, justo antes de que la propia Marie France, uno de los testimonios clave del juicio, declarase. Le Scouarnec, encorvado y con las manos agarrándose las rodillas, vestido con una gruesa chaqueta negra, observaba en silencio el testimonio de su hermano.
