
La escena resulta familiar en estos días de reuniones en torno al sofá y la tele: el clásico navideño Qué bello es vivir, en el que James Stewart interpreta a un ciudadano que consigue salvar a su pueblo de las fauces de un ávaro banquero, concluye con un brindis en el que los vecinos celebran la hazaña de George Bailey, el personaje de Stewart. La situación refleja, como pocas veces en la historia del cine, el ánimo de celebración que rodea a estas fiestas y un ritual que cada año se repite en las mesas –tanto en Nochebuena como el 25 de diciembre, y el 31, y el 1 de enero…– en las que se sientan millones de personas en todo el mundo.