
El cuadro se pasó mucho tiempo en el fondo de un armario. Allí, en un rincón oscuro de la Biblioteca Nacional, lo ocultó el régimen franquista. Y allí fue encontrado, en condiciones precarias, en los años sesenta. Hoy jueves, en cambio, el retrato Don Francisco Giner de los Ríos, niño, de Manuel Ojeda y Siles, ocupaba una sala privilegiada de la institución, en el centro de todas las miradas, ante autoridades y periodistas. “El lienzo regresa ahora al primer plano de nuestra historia, vuelve a su casa”, dijo Ernest Urtasun, ministro de Cultura. El acto sellaba la primera devolución a los legítimos propietarios, por parte de su departamento, de obras de arte incautadas durante la Guerra Civil y la dictadura. El cuadro retorna así a la Fundación Francisco Giner de los Ríos, cuidadora del legado del intelectual, que aparece pintado en su infancia, y del proyecto más célebre que impulsó, la Institución Libre de Enseñanza.