La princesa Laurentien de Países Bajos, y su esposo, el príncipe Constantino, hermano del rey Guillermo de Orange, no reciben asignación oficial y su función es de apoyo a la pareja reinante. Sin embargo, el polémico papel de la cuñada del soberano en una operación gubernamental para compensar a las familias afectadas por un escándalo de subsidios que tumbó al Ejecutivo, en 2021, ha perjudicado la imagen de la casa real neerlandesa. A su dimisión de la fundación (Gelijk)waardig Herstel, que contribuye a calcular las indemnizaciones, se ha sumado la supuesta intervención del rey en su favor. Ambos sucesos han mostrado el riesgo de este tipo de nombramientos cuando el apoyo a la monarquía no ha recuperado los niveles anteriores a la pandemia.
