El hundimiento del Barça en Vigo en los últimos minutos de partido no se explica tan solo por un solo motivo, y es que la ‘empanada’ azulgrana en Balaídos que acabó con el Celta empatando un 0-2 adverso a partir del 80 fue una suma de factores que el equipo viene arrastrando desde antes del parón de selecciones y que ya empieza a mosquear a un Hansi Flick que no tuvo piedad de sus jugadores en la rueda de prensa posterior al empate. «Hemos hecho un mal partido, nuestro control no estuvo bien y cometimos muchos errores».
Uno de ellos, sin embargo, volvió a coincidir de nuevo con la entrada de un jugador en concreto: Frenkie de Jong. El neerlandés, eternamente cuestionado en las últimas temporadas en Can Barça, volvió a acaparar los focos de las críticas por su actuación en tierras gallegas. Esta vez tan solo estuvo 15 minutos sobre el césped, suficientes para desesperar a la parroquia culé que cada día pierde más y más la paciencia con uno de los capitanes de la plantilla.
El neerlandés ingresó al terreno de juego en el minuto en el 75′ junto a Fermín en un cambio discutible de Flick, que en el día en el que el Barça fue más incapaz de meter pausa en el partido decidió quitar de golpe a Pedri y Gavi, que aunque no estuvieron finos en dicha cuestión, fueron los únicos que entendieron mínimamente ciertas fases del partido en las que el juego y el balón requerían un respiro.
Si sumamos a ello que siete minutos más tarde Casadó vio la tarjeta roja que dejó al Barça con 10 en los últimos compases del choque, el desastre en el centro del campo culé se explica solo. De Jong, lejos de meter pausa, se descolgó con conducciones sin sentido, su mejor arma, sin duda, pero en un momento en el que el partido precisaba temple el neerlandés interpretó todo lo contrario.
Su falta de comprensión de lo que pedía el final en Balaídos, sumado a un cuestionable posicionamiento táctico y juntamente a una presión deficiente en las acciones defensivas vendieron a la estrategia de Flick para acabar el partido.
Más allá de las sensaciones, sus estadísticas tampoco maquillan una actuación que deja claro que Frenkie todavía está muy lejos de su mejor versión tras volver el mes pasado de su lesión en el tobillo. El neerlandés no supo dominar el partido a través de la pelota, perdió el balón dos veces y ganó tan solo uno de los tres duelos por el balón que disputó.
Por consiguiente, el nombre de De Jong empezó a estallar en las redes sociales. El ’21’ no tardó más que unos minutos en convertirse en ‘trending topic’ y no precisamente por méritos positivos. «Fuera de mi equipo» o «El holandés errante» fueron algunos de los comentarios más suaves que se asociaron a la actuación de Frenkie, que claramente ha perdido el debate en la opinión pública barcelonista ya no solo por su situación contractual, algo que debería preocuparle si quiere volverse a meter a la gente en el bolsillo.