La pandemia de coronavirus ya ha quedado atrás, pero sus efectos sobre la economía de los países en desarrollo siguen estando presentes. Durante la crisis, estas naciones aumentaron drásticamente sus niveles de endeudamiento para enfrentar la caída de la actividad económica y de los ingresos gubernamentales, así como para fortalecer su sistema sanitario. Esta tendencia ha continuado hasta la fecha y, para 2023, su deuda total ha alcanzado un máximo histórico de 8,8 billones de dólares, según el informe sobre la deuda internacional publicado este martes por el Banco Mundial.