
La indignación entre los usuarios de Rodalies que intentan viajar este miércoles entre Tarragona y Sant Vicenç de Calders ha ido en aumento tras tener que soportar demoras de más del 30 minutos causadas, entre otras, por una incidencia que afecta a los sistemas de señalización en Torredembarra (Tarragona). Los retrasos han afectado a las líneas R13, R14, R15, R16, R17 y RT2 pero también a la R2. Los usuarios de la zona sur de Rodalies se han enfrentado, una vez más, a una nueva jornada de caos ferroviario que -paradójicamente- ha empeorado después de que el lunes se recuperase el servicio ferroviario entre Tarragona y Barcelona tras las obras en el túnel de Roda de Berà. La recuperación del servicio se produjo, además, en un clima de conflictividad laboral donde los sindicatos siguen oponiéndose al traspaso de Rodalies a la Generalitat. A las protestas se unen otras incidencias: los responsables reconocen que algo no acaba de funcionar bien en este tramo de vía. Algo que provoca averías y retrasos. Para acabar de complicar la situación, la línea R3 que une la parte norte de Cataluña entre l’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y la Tor de Querol (en Francia) está cortada desde el martes después de que un tren chocara con una piedra de grandes dimensiones que se había desprendido por la ladera en Ribes de Freser (Girona). Ante semejante caos, la consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Sílvia Paneque, se ha reunido este miércoles con Renfe y Adif para intentar poner remedio al desaguisado ferroviario lo antes posible.
