Una panadería no suele ser el primer lugar en el que se piensa al hablar de innovación. Si bien muchas grandes ideas comienzan con un dulce, el arte de hacer y vender pan y otras delicias suele percibirse como una industria tradicional, limitada a las fronteras de cada barrio. Pero María Almenara, una pastelería fundada en 2007 en Lima, desafía esa idea: con 22 tiendas en todo el país, más de 500 empleados y una cartera de clientes que incluye gigantes internacionales como Starbucks, se ha convertido en un referente de crecimiento y modernización.
