El ataque del FC Barcelona volvió a quedarse ‘cojo’ en Balaídos por segunda jornada consecutiva. La lesión de tobillo sigue persiguiendo a un Lamine Yamal que no pudo acompañar a sus compañeros a Vigo para enfrentarse al Celta, una baja que nuevamente lastró el poder ofensivo de un Barça que echó en falta la chispa y el desequilibrió del ’19’ con una ausencia que obligó a Flick a mover el puzzle ofensivo azulgrana.
Ante el Celta, y con la titularidad de Gavi acompañando a Pedri y Casadó en el centro del campo, el alemán apostó por dar entrada a Dani Olmo en la izquierda y a Raphinha en la derecha por primera vez esta temporada con Lewandowski como referencia. Pese a los dos tantos, los movimientos del equipo sufrieron, sobre todo a la hora de aplicar la presión y en la fluidez de un ataque que lo basó todo de nuevo al ataque tras pérdida.
Tan solo la actuación estelar de ‘O capitao’ con un gol y un palo que pudo sentenciar el partido con 0-2, así como otro gol de Lewy, maquilló el hecho que el equipo no se sintió cómodo ante el planteamiento defensivo del Celta, aunque finalmente no fue suficiente para sumar los tres puntos.
Un punto de nueve posibles
El dato frío ya empieza a explicar una realidad preocupante por lo que significa: el Barça no sabe ganar sin Lamine Yamal. En los tres partidos en los que el Barça de Flick no ha podido contar con la presencia del canterano en el once titular, el Barça solo ha podido sumar un punto, el de la noche del sábado ante el Celta en Balaídos.
En setiembre, con el equipo en construcción y en el recordado como el partido de las rotaciones ante Osasuna en Pamplona, Flick decidió dar descanso a Lamine de entrada, que para cuando entró al campo con 2-1 en el 59′ tras el tanto de la esperanza de Pau Víctor, la dinámica ya fue insalvable aunque el propio canterano maquilló el resultado con un gol al filo del tiempo reglamentario (4-2 final).
En Anoeta, sin embargo, se vio por primera vez la influencia real de su ausencia total. Aunque se intentó hasta el último momento, Flick no pudo contar con el de Rocafonda en San Sebastián, y ahí el miedo se confirmó. Sin la gravedad de Lamine, el ataque sufrió para generar, con una banda derecha ‘abandonada’ simplemente a las subidas de Kounde y con Fermín en funciones de falso extremo pero abandonando constantemente la línea de cal para sumarse al centro.
Sumando el partido de Vigo, el balance del Barça más goleador de los últimos años se queda, sin Lamine en el campo en estos tres partidos, en tres tantos anotados, además de un preocupante número de cinco tantos encajados en esos minutos sin él sobre el césped que explican que su mera presencia también influye en la capacidad ofensiva de los rivales.