Marta Rovira tiene intención de permanecer viviendo en Suiza. La aún secretaria general de Esquerra Republicana, hace meses que anunció su compromiso de dejar el cargo, ha decidido fijar su residencia en Ginebra, donde ha residido los últimos seis años. Se marchó de Cataluña en marzo de 2018 para evitar quedar a disposición de la justicia por su participación en el referéndum del 1 de octubre de 2017. Rovira ha seguido manejando los hilos de Esquerra desde Ginebra, reivindicando su condición de “exiliada”. El verano pasado se benefició de la aplicación de la ley de amnistía y el 12 de julio recibió una calurosa bienvenida de una nutrida representación del independentismo en Cantallops (Girona). Rovira dijo entonces que regresaba “para terminar la faena” y apeló a la unidad del independentismo.