En el punto más alto de su carrera y rivalizando con el Puma Rodríguez en el Festival de la Canción de Viña del Mar, Julio Iglesias les prometió a sus enfervorizadas fanáticas que si tenía un hijo, le pondría Chile. Corría febrero de 1981, mucha gente se hizo ilusión, pero Julio no bautizó con ese nombre a ninguno de sus ocho retoños. Y no consideró pertinente solicitar disculpas por el olvido.