Frente al fragor de la batalla que la delegación de la competencia de inmigración ha suscitado ya abiertamente entre Podemos y Sumar, la mayoría de socios de la investidura guarda aún silencio mientras analizan al detalle la letra pequeña de la propuesta de Ley Orgánica registrada por el PSOE y Junts en el Congreso. El PNV no quiere aún opinar nada y EH Bildu y BNG dicen exactamente lo mismo mientras estudian la solución planteada con detenimiento antes de fijar su posición y voto. “Nuestro trabajo no es criticar que Cataluña pueda tener más competencias, nuestro trabajo es asegurarnos de que se utilizan bien”, se ha pronunciado ERC mediante un mensaje de su portavoz, Gabriel Rufián, en redes sociales en el que ha lanzado una crítica velada a los neoconvergentes por emplear un discurso en el que vinculan el fenómeno de la inmigración con la inseguridad que a su juicio les acerca a las tesis ultras e identitarias de Aliança Catalana. “Esperamos que Junts se acuerde de la Cataluña de todos de [Jordi] Pujol y no de la Cataluña para cuatro de [Sìlvia] Orriols”, ha apostillado Rufián. El mensaje en contra de Podemos también recela de las tesis de Junts. En Sumar apoyan la solución pactada, quieren dar un voto de confianza a Junts y apelan a que los aliados de izquierdas no se dividan si la cogestión de inmigración se aplica con “orientaciones” progresistas e integradoras. Desde el Partido Popular consideran que el acuerdo “vulnera el marco constitucional”, Alberto Núñez Feijóo lo tacha de “humillación”.
