Una intersección de caminos, el crucero de hierro sobre un pedestal de piedra, un cartel que desvía la carretera hacia Larniano, en la provincia de Siena. Cuesta abajo, en una curva, el infalible Pogacar se confía y traza mal. No es tan infalible. Se desliza primero sobre el asfalto, que le desgarra el maillot arcoíris y le quema el hombro, después da dos vueltas de campana antes de aterrizar en el prado mientras su bicicleta vuela hacia el otro lado. Tom Pidcock sortea con habilidad al campeón del mundo, pero Benjamin Swift se contagia del efecto trazada y pierde pie.
