Cuando su hermano le preguntó por qué aparecía en las fotos sin velo, le respondió que por qué no lo llevaba él. Refugiada en España desde que los talibanes tomaron el poder en agosto de 2021, la periodista afgana Khadija Amin (Kabul, 32 años) mantiene una muy buena relación con sus padres y sus hermanos, pero sobre su vida decide ella. Habladora y cercana en sus formas, con un español fluido y una voz firme, buena para la comunicación, cálida también, esta antigua presentadora de informativos en la televisión pública de su país vio cómo de la noche a la mañana los fundamentalistas la silenciaron. El plató desde el que cada mañana daba las noticias –entonces, sí con un pañuelo que le cubría la cabeza– pasó a ser ocupado por un hombre con un turbante blanco y una barba muy larga.


