
El futuro de Rumania depende de quién quede este domingo en segundo lugar en la primera vuelta de unas elecciones presidenciales que podrían encumbrar al candidato de extrema derecha a la jefatura del Estado y acarrear un giro nacionalista en este país de la Europa del Este. El primer ministro y aspirante del Partido Social Demócrata (PSD), Marcel Ciolacu, encabeza todos los sondeos con un 25% de votos, aunque lejos de la mayoría necesaria, por lo que se prevé segura la celebración de la segunda ronda el próximo 8 de diciembre. George Simion, el candidato del partido ultraderechista Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), ocupa el segundo puesto en la mayoría de las encuestas.