
Pedro Sánchez he elegido precisamente el corazón del capitalismo, la cumbre de Davos, donde Meta o Amazon, empresas a las que se refirió indirectamente, tienen un gran protagonismo con enormes espacios propios en el Promenade, la calle principal de este pueblo de los Alpes suizos, para lanzar el discurso más duro sobre las redes sociales y los “tecnomillonarios” que se haya escuchado a un dirigente europeo. El presidente español, que no citó en ningún momento a Donald Trump pero está claramente enfocando su discurso político en la defensa del modelo opuesto al del nuevo presidente de EEUU, no se limitó a la crítica, durísima, en la que acusó a estos tecnomillonarios dueños de las redes de estar intoxicando las democracias solo para beneficiarse económicamente, porque los discursos de odio son más rentables, sino que anunció tres propuestas de impacto que llevará al Consejo Europeo para buscar un consenso, y que tendrían un efecto directo sobre las grandes empresas tecnológicas.