
La nueva Comisión Europea, presidida por segunda vez por Ursula von der Leyen, se pondrá en marcha el 1 de diciembre tras recibir este miércoles la aprobación del Parlamento Europeo. La votación refleja la creciente fragmentación del mapa político europeo, así como la imbricación de asuntos nacionales en una elección que solía ser un asunto prácticamente interno de Bruselas y sin apenas trascendencia más allá de las instituciones comunitarias.