Le decían el ‘Doc’, fue dado de baja del Ejército por vender secretos de Estado, organizó escuadrones de la muerte, tuvo estrechos lazos con el narcotráfico, y tejió una red de corrupción sorbornando a políticos, jueces, empresarios, personajes de la farándula y dueños de medios de comunicación. Vladimiro Montesinos, el brazo derecho e izquierdo de Alberto Fujimori en los años noventa, diseñó un sistema para controlarlo todo desde las sombras: instaló cámaras y micrófonos ocultos en sus oficinas del Servicio Nacional de Inteligencia del Perú para tener bajo su poder a cada visitante que tarde o temprano se enteraría de la existencia de esas cintas en formato VHS.
